“Sin servicio por exceso pago”

A veces buscamos pretextos para justificar nuestras carencias y eso trato de hacer, busco una excusa que justifique el porque en México y en la mayoría de los países de América (incluyendo a Estados Unidos) tratamos de perjudicar a los demás y el porque las grandes empresas tienen una política de ambición desmedida y no importa lo que tengan que hacer, solo quieren obtener sus ganancias limpias, sin interesar la opinión o el bienestar de su cliente.

Por fin después de dar tantas vueltas, llego a mi propia conclusión: No somos un continente y un país de primer mundo, porque America es joven, a diferencia de países de la vieja Europa como Noruega, Alemania, Finlandia, entre otros, de hecho solo Canadá puede darse ese lujo, decir que es diferente al resto de los americanos.

Tras la justificación y el tratar se sentir mi conciencia limpia de culpas ajenas, empiezo a contar la triste historia que me orillo desesperadamente a buscar un justificante para seguir creyendo en mi país:

Cuando salí de viaje al extranjero, pague la cuenta de mi radio (Nextel) que ascendía a 500 pesos en una tienda “Suburbia” del Distrito Federal, con esa confianza me fui y regrese un mes después, sorpresa me llevo cuando veo que no tengo servicio, pero más sorprendente fue que cuando quise pagar el nuevo mes me dijeron que no, pues tenia un adeudo del mes anterior. La tienda donde pague puso mi pago en otra cuenta, lo peor del caso es que ya no tenía en mi poder el comprobante.

Ya estando en Matamoros, pedí a un pariente que vive en la gran capital me ayudara a conseguir el comprobante de pago, el cual me envío un mes después, ya que el Gerente de la citada tienda le comento que solo le podía extender una copia con los datos generales.

Mientras esperaba que me llegara esa famosa copia y con la urgencia de necesitar el servicio tuve que pagar de nueva cuenta ese mes y el que seguía, con la promesa de que NO me regresarían mi dinero, solo que cuando llegara el comprobante me lo bonificarían a mi cuenta al mes siguiente.

Esta demás decir la persecución molesta de la compañía y de su “buffette de abogados” desde su call center, todos los días me hablaban y me decían lo mismo, me ofrecían descuentos, me amenazaban y yo, harta de todo, les decía que ya estaba pagado, que era Nextel quien debía pagarme ese dinero, pero en fin, con sus amenazas groseras no me quedo mas remedio que pagar esa cuenta dos veces.

Por fin llego mi comprobante y junto con el se vencía un nuevo mes, lleve el papel y la señorita, nada amable me dijo que tenia que esperar dos días, mientras rastreaban el pago, le dije que necesitaba una renovación de contrato y un cambio de aparato, pues el mío estaba fallando, a su vez solo me dijo: “lo siento, pero eso debe esperar hasta que se tenga pagado este mes”. Conté hasta 10 y me salí de la tienda.

Al llegar a mi casa, suena el teléfono: era del call center de Nextel y la verdad fue una situación de película cómica, pues el joven al otro lado de la bocina, me regaño y me dijo: “señora, usted debía pagar este mes, y después que se rastree el pago se le bonificara en el próximo”. La verdad, el escuchar esas palabras me hicieron enojar.

¿Que esas empresas piensan que los mexicanos tenemos un árbol de billetes atrás de la casa?, que fácil para ellos decir que debemos desembolsar el dinero, así nada mas, por el gusto del ellos. Mi reacción fue decir que por esas actitudes no podemos ser gente de primer mundo.

Después de tanto discutir, el joven entendió que ahora si tenia mi servicio suspendido por exceso de pago y que a final de cuentas la empresa para la que el trabaja es la que me estaba debiendo dinero a mi y que por lo tanto yo no pagaría ni un peso más, hasta que no me hicieran valido el pago que había realizado dos meses atrás.

Dos días después, llegue a Nextel, cuando dije mi numero de cuenta, lo primero que hicieron fue decir que mi dinero ya se había bonificado, que por lo tanto no había deuda alguna y mi servicio sería inmediatamente restablecido.

Siempre me he preguntado, si a ese tipo de empresas les gusta la mala vida, si les gusta que el cliente se enoje y se vaya, de esta forma se verán desempleados y en bancarota, no entiendo esas formas de proceder.


Una empresa bien constituida, lo primero que debía hacer es disculparse por el error, bonificar esa cantidad al cliente, renovar el contrato, cambiar el aparato telefónico y utilizar a sus “aguerridos abogados telefónicos”, para ir a pelear sus “míseros” 500 pesos a la tienda departamental y no estar amenazando a los clientes, de quienes al final de cuentas ellos viven.

En países de primer mundo, cuidan al cliente, pues si ellos se van, la empresa se va a la quiebra y por lo tanto los empleados se quedan sin trabajo y como esta la vida, es difícil conseguir otro.

En países de primer mundo, la gente se ayuda, se apoya, hasta en detalles que para nosotros pueden provocar risas, como es la situación de las empresas de Holanda, donde los trabajadores que llegan temprano se estacionan en los lugares más lejanos, esto para dar oportunidad a sus compañeros que por alguna razón llegan tarde a que encuentren lugar cerca y puedan llegar a tiempo.

México con sus flamantes autoridades, políticos y empresarios, ni siquiera llega a ser un país de segundo mundo, aún somos tercermundistas y no se si algún día mejoraremos, yo tengo fe en que si, a lo mejor no lo voy a ver y seguiré batallando con la gente de las compañías de radio, con los de la luz, con los vecinos, pediré que asistamos a cursos motivacionales, de atención y si se puede, porque no de felicidad.