¡Un laurel para tí de victoria, Un sepulcro para ellos de honor!

Sabia que esto iba a pasar, tenia que salirme el romanticismo por México, esa parte linda, que nos hace soñar y latir el corazón cuando vemos a los comerciantes vendiendo las banderas, las imágenes de los paisajes que hay en los estados y escuchamos todas esas canciones que hablan de la grandeza de nuestro país y nuestra gente.

Si, ya se que muchos van decir que esto es parte de la comercialización, que es igual que la Navidad, Halloween o el día de los enamorados, que se pierde la esencia y que todo es comprar, comprar y gastar.

Pero, seamos honestos, nos encantan estas fechas, reunirnos con la familia y amigos, ver los juegos pirotécnicos, adornar con la bandera nuestras casas, admirar las luces en la ciudad, cantar la música de mariachi, escuchar el grito y como dice una amiga: “disfrazarnos de mexicanos”.

Algo tienen los compositores de antaño y las voces de Lola Beltrán, Lucha Moreno, Pedro Infante, Javier Solís, Jorge Negrete, Miguel Aceves Mejia, Pedro Vargas, José Alfredo Jiménez, Guadalupe Trigo o el tamaulipeco Cuco Sánchez y mucho otros, que provocan que la población olvidemos los tragos amargos que pasamos sobre todo este año que nos han pasado mas desgracias que hacen que se oculten las cosas buenas que vivimos.

Estamos viviendo momento difíciles, nos ha tocado una mala época para festejar un aniversario mas de la Independencia de México, no habrá desfile y en algunos municipios tampoco el tradicional grito de Dolores, algo que ha todos los mexicanos nos fascinaba, la fiesta y la algarabía por nuestras tradiciones.

Esta situación a la mayoría nos tiene incómodos, pero en platicas escuche decir a una persona, “Si me enamoro del hombre incorrecto y poco perfecto, ¿Por qué no voy a amar a mi país?”, y es cierto, México no tiene la culpa de lo que estamos viviendo, somos nosotros quienes estamos acabando con el, al permitir los abusos, la corrupción, los malos gobiernos y las pésimas decisiones.

Ahí encontré la respuesta, seguimos enamorados de México, nosotros aun le cantamos al amor, aun nos maravillamos con la música, con la historia, con sus películas, con sus colores, sus flores, su gastronomía, sus paisajes, sus recuerdos, sus monumentos; con sus héroes, sus leyendas, aun sentimos fascinación cuando vemos a un charro, cuando admiramos la belleza de una mujer portando su traje de tehuana, su huipil oaxacaqueño, o su cuera tamaulipeca.

Me da gusto pensar que entre la gente que me rodea encuentro su lado calido, aun tenemos esa chispa de esperanza, ese brillo en los ojos por el amor a nuestro país que nos hace ser tan especiales y admirados en todo el mundo.

Escuchaba el tema que canta Jorge Negrete que a la letra dice: “Yo soy mexicano, mi tierra es bravía, palabra de macho que no hay otra tierra más linda y más brava, que la tierra mía”, y los mexicanos así debemos ser: valientes, osados, decididos. Se que algún día despertaremos de esta pesadilla y seremos de nueva cuenta los ciudadanos alegres, cantores, gritones, sinceros, buenos amigos, leales, trabajadores y fiesteros que siempre nos ha distinguido.

Dejemos fluir nuestro amor por la patria, por nuestros ancestros, por nuestros héroes y por la sangre derramada de millones de inocentes en estos 200 años, desde la conquista, la independencia, las batallas, la revolución, la masacre del 68, las muertas de Juárez, y por los que ahora cruzan sus caminos en esta cruel “guerra” contra la delincuencia organizada.

La noche del 15 de Septiembre, gritemos Viva México, Vivan nuestros héroes, vivan nuestros muertos y nuestros desaparecidos, vivan nuestros soldados, vivamos todos los que en verdad amamos y respetamos a nuestro país, cantemos con orgullo nuestro himno y de corazón digamos:

¡Para ti las guirnaldas de oliva!
¡Un recuerdo para ellos de gloria!
¡Un laurel para tí de victoria!
¡Un sepulcro para ellos de honor!

Comentarios

Entradas populares