No es surrealismo, solo se pinta la realidad
Cuando era niña veía películas futuristas que si me daban miedo, por ejemplo “Cuando el destino nos alcance” (1973), con el actor Charlton Heston, el solo pensar que un día quedaríamos en las tinieblas, me asustaba, pues la cinta en si, ofrece una visión apocalíptica sobre el agotamiento de recursos naturales, la degradación ambiental y la sobrepoblación, pero también de la lucha de poder, ya que sobrevive un pequeño grupo elitista que mantiene el control político y económico.
La película se desarrolla en el año 2022, nos faltan 12 años para que según las predicciones del autor Harry Harrison el la tierra se convierta en lo que el plantea en su novela llevada al cine. A partir de su filmación han pasado 37 años, los cuales en lugar de mejorar, creo que vamos empeorando, solo demos una mirada a lo que en estos momentos ocurre a nuestro alrededor más cercano: las inundaciones en el estado, el derrame del petróleo en el Golfo de México, los niños abandonados por sus padres, las familias disfuncionales, las masacres por las luchas de poder, entre otros puntos.
Estamos perdiendo nuestra capacidad de asombro, el umbral del dolor cada día es mas grande, el poder de amar al prójimo es casi nulo y los valores se están esfumando. Pero hay dolores e impotencias ajenas que se sienten como nuestras y es ahí donde creo que tenemos aun esperanza.
Ya no es novedad que nos digan que hay balaceras en ciertos puntos de la ciudad, que encontraron cuerpos en las carreteras, que hay cementerios clandestinos en otros estados, que hay damnificados por las lluvias o que nuestra fauna en el mar se esta muriendo por los errores humanos, simplemente se comenta, pero ya no hay asombro, simplemente esta siendo parte de nuestra bitácora diaria.
Aún asi hay situaciones que duelen, como el saber que murió acribillado por el hampa un niño de siete años y que su hermanito de un año esta gravemente herido en Monterrey, que una niña de 11 meses fue abandonada por sus padres en un centro comercial del Matamoros o que no hay respuesta en el caso de los 15 adolescentes de Villa de Salvárcar asesinados en Ciudad Juárez.
En las criticas internacionales, señalan que México es un país surrealista, pero creo que ahora somos exactamente como describió Frida Kahlo su arte: “no es surrealismo, solo estoy pintando mi realidad”, pero esta realidad de mi país no me gusta, y me siento como una chica de 15 años que se revela ante las imposiciones de su madre: no quiero ser prisionera en mi casa, no quiero callar, quiero decidir donde vivir, quiero sentirme segura, quiero confiar de nuevo, quiero mi libertad, la de mis hijos, la de mi familia y la de millones de mexicanos, quiero de regreso al México de mis recuerdos, quiero libre a mi Matamoros querido.
Cuando pregunto entre mis conocidos si alguien denunciaría el ser victima de un acto delictivo y me contestan un rotundo ¡NO!, porque no creen en las autoridades, porque México vive en un estado fallido, me desilusiona, pero lo entiendo y es cuando me pregunto: ¿Yo lo haría?, no se que contestarme, me da miedo pensar que yo pienso igual que ellos, me pesa el saber que yo también estoy dejando de creer, que soy de una generación que es el resultado de varias décadas de opresión, que realmente la libertad de expresión no existe.
No quiero esta vida para mis hijos, y creo que ustedes tampoco, quiero que ellos vivan en un México real, no hablo del que nos enseñaron a querer en base a las películas del cine de oro, o al que mis abuelos me describieron y que nunca vi, hablo de un país de primer mundo, sin violencia, sin crisis, de respeto a la vida, de respeto a si mismos.
Estamos por tocar fondo, estamos a punto de que el destino nos alcance, tal vez suene a tragedia, pero si nos ponemos a visualizar el futuro próximo, podremos darnos cuenta que las películas de los años 70´s que nos planteaban un mundo de ciencia ficción no están tan erradas de lo que ahora vivimos.
Hay una publicidad en EU de reclamo por el derrame de petróleo en el Golfo de México, "Tú no tienes millones de voces, pero tienes tu voz" y con nuestra voz podemos hacer grandes cosas, podemos cambiar el mundo, es nuestra arma más poderosa, no hablemos solo por hablar, al menos yo tengo muchos motivos por que preocuparme y ocuparme… ¿usted no?
Comentarios: scobian23 hotmail.com
La película se desarrolla en el año 2022, nos faltan 12 años para que según las predicciones del autor Harry Harrison el la tierra se convierta en lo que el plantea en su novela llevada al cine. A partir de su filmación han pasado 37 años, los cuales en lugar de mejorar, creo que vamos empeorando, solo demos una mirada a lo que en estos momentos ocurre a nuestro alrededor más cercano: las inundaciones en el estado, el derrame del petróleo en el Golfo de México, los niños abandonados por sus padres, las familias disfuncionales, las masacres por las luchas de poder, entre otros puntos.
Estamos perdiendo nuestra capacidad de asombro, el umbral del dolor cada día es mas grande, el poder de amar al prójimo es casi nulo y los valores se están esfumando. Pero hay dolores e impotencias ajenas que se sienten como nuestras y es ahí donde creo que tenemos aun esperanza.
Ya no es novedad que nos digan que hay balaceras en ciertos puntos de la ciudad, que encontraron cuerpos en las carreteras, que hay cementerios clandestinos en otros estados, que hay damnificados por las lluvias o que nuestra fauna en el mar se esta muriendo por los errores humanos, simplemente se comenta, pero ya no hay asombro, simplemente esta siendo parte de nuestra bitácora diaria.
Aún asi hay situaciones que duelen, como el saber que murió acribillado por el hampa un niño de siete años y que su hermanito de un año esta gravemente herido en Monterrey, que una niña de 11 meses fue abandonada por sus padres en un centro comercial del Matamoros o que no hay respuesta en el caso de los 15 adolescentes de Villa de Salvárcar asesinados en Ciudad Juárez.
En las criticas internacionales, señalan que México es un país surrealista, pero creo que ahora somos exactamente como describió Frida Kahlo su arte: “no es surrealismo, solo estoy pintando mi realidad”, pero esta realidad de mi país no me gusta, y me siento como una chica de 15 años que se revela ante las imposiciones de su madre: no quiero ser prisionera en mi casa, no quiero callar, quiero decidir donde vivir, quiero sentirme segura, quiero confiar de nuevo, quiero mi libertad, la de mis hijos, la de mi familia y la de millones de mexicanos, quiero de regreso al México de mis recuerdos, quiero libre a mi Matamoros querido.
Cuando pregunto entre mis conocidos si alguien denunciaría el ser victima de un acto delictivo y me contestan un rotundo ¡NO!, porque no creen en las autoridades, porque México vive en un estado fallido, me desilusiona, pero lo entiendo y es cuando me pregunto: ¿Yo lo haría?, no se que contestarme, me da miedo pensar que yo pienso igual que ellos, me pesa el saber que yo también estoy dejando de creer, que soy de una generación que es el resultado de varias décadas de opresión, que realmente la libertad de expresión no existe.
No quiero esta vida para mis hijos, y creo que ustedes tampoco, quiero que ellos vivan en un México real, no hablo del que nos enseñaron a querer en base a las películas del cine de oro, o al que mis abuelos me describieron y que nunca vi, hablo de un país de primer mundo, sin violencia, sin crisis, de respeto a la vida, de respeto a si mismos.
Estamos por tocar fondo, estamos a punto de que el destino nos alcance, tal vez suene a tragedia, pero si nos ponemos a visualizar el futuro próximo, podremos darnos cuenta que las películas de los años 70´s que nos planteaban un mundo de ciencia ficción no están tan erradas de lo que ahora vivimos.
Hay una publicidad en EU de reclamo por el derrame de petróleo en el Golfo de México, "Tú no tienes millones de voces, pero tienes tu voz" y con nuestra voz podemos hacer grandes cosas, podemos cambiar el mundo, es nuestra arma más poderosa, no hablemos solo por hablar, al menos yo tengo muchos motivos por que preocuparme y ocuparme… ¿usted no?
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